Estamos muy necesitados de consuelo. Este puede reducir la tristeza, pero la pandemia lo ha erradicado también. El aislamiento ha facilitado que la crueldad con la que nos ha afectado este virus, haya sido aún más terrible. No solo ha generado un dolor inmenso sino que ha limitado la posibilidad de obtener algo de consuelo. El confinamiento y la falta de contacto social nos lo ponen realmente difícil tanto para los que lo necesitan como para los que lo quisieran aportar.
Liszt escribió 6 obras para piano denominadas así. Una de ellas, la más conocida, su Consolation nº 3, es la más conocida y tiene un estilo similar al utilizado por Chopin en sus nocturnos.
Esta maravilla es una de las piezas de propina más habituales en conciertos para piano. Pero, como todas las cosas en apariencia simples, tiene más complejidad de la que se percibe a priori. La profundidad y expresividad que desprende son maravillosas.
Además de la obra que por sí misma no necesita ningún añadido, el intérprete, Vladimir Horowitz y esta excepcional sala de Viena hacen de estos cuatro minutos un paréntesis realmente excepcional.
Por suerte ya disponemos de la tecnología adecuada para transportarnos de un sitio a otro. Nos faltaría también conseguir retroceder en el tiempo. Pero al menos podemos recuperar alguno de esos momentos que a la vez quedarán para los que vendrán después. Obviamente no es lo mismo que haber estado allí, pero puedes al menos intuir las sensaciones que se respiraban entre ese público entusiasmado.
La música es así. Es única y es efímera. Tal como se paseó por esa sala, se desvaneció después y nunca se podrá repetir un momento semejante.
El video anterior refleja una imagen más íntima de Vladimir Horowitz interpretando la misma pieza en privado.
Sin embargo, habrá otros momentos únicos. Afortunadamente de eso tampoco hay duda. Un Vladimir Horowitz eterno junto a Liszt y esta Consolation nº 3 son prueba de que el mundo sigue girando y la música con él.
Si te apetece conocer un poco más lo que hago, puedes visitar María José Voltes.com clickando en el botón de debajo.
María José Voltes 