Un recuerdo para Italia

Siempre me ha fascinado Italia. De hecho hace mucho tiempo que al menos una vez al año, me he dejado caer por ahí. Me gusta todo, sus paisajes, las ciudades, su gastronomía, esos tonos rojizos de los edificios, la ropa tendida de la misma forma que aquí y también su gente.

Cuando empezó esta pandemia, estuvimos algunas semanas horrorizados por los datos que nos llegaban desde allí. En aquel momento, no eramos del todo conscientes, yo al menos no lo era, de lo que se nos venía encima. A los pocos días, cuando ya asumimos la situación, o lo poco que sabíamos de esta, conocimos que lo que allí pasaba, nos ocurriría después aquí inevitablemente, casi de una forma profética o como un ensayo fatal del devenir ensañándose con dos países muy parecidos en muchas cosas.

Roma es una de mis ciudades favoritas, o quizás mi ciudad favorita. Siempre he pasado allí buenos momentos. Y me entristece pensar que a lo mejor en este 2020, tendré que ponerme una falta, una cruz roja, que no he tenido en mucho tiempo. No podré pasearme por ahí tranquilamente degustando tantas cosas que siempre me ofrece esa maravillosa ciudad atiborrada de sabores, llena de rincones, cargada de historia y arte, en la que el tiempo toma una dimensión diferente y que siempre he sentido muy cercana.

Hotel Plaza.- Roma

Uno de mis sitios favoritos de Roma es este salón, el del Hotel Plaza, donde intento siempre al menos sentarme un momento cada año. A veces me tomo un café. Otras solo chafardeo. Este mítico Hotel ha sido escenario de muchas películas y conserva un ambiente rancio de los que me encanta. El salón está presidido por el piano de cola, que muchas veces tocó Pietro Mascagni, el autor de la obra «Cavallería Rusticana». También hay una placa de piedra que le recuerda en la famosa plaza del Panteón, en un edificio anaranjado o quizás tostado.

Esta obra fue adaptada también para la tercera parte de «El padrino» y constituye una de las esenciales del repertorio y creo que en estos días puede ser un tributo precioso en estos momentos para mi queridísima Italia.

En este video tenéis el famoso intermezzo de esta obra, interpretado por la filarmónica de Viena y Valery Gergiev.

Una delicia de principio a fin.

Intermezzo Cavalleria Rusticana

Este es mi particular tributo a un pueblo que siempre he adorado, y que como nosotros, luchará por salir adelante, seguro que echando de menos cosas parecidas a nosotros y con dificultades muy similares.

Que Dios nos bendiga y Che Dio benedica l’Italia.

Overture.- Cavalleria Rusticana

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