Fauré y Mahler – Requiem y Resurección

Es cierto que los Requiems provocan algo de repelús. Siempre una cierta aprensión de inicio nos invade, al menos a mí, y es poco probable que me ponga a escuchar uno en casa simplemente para disfrutarlo. Me ocurre lo mismo con alguna de estas misas solemnes que aún siendo una maravilla, nunca encuentro el momento para disfrutarlas.

Contrariamente a eso, la sinfonía Resurección de Mahler, la número 2, nunca me ha provocado esa sensación. Es de las pocas obras que he podido escuchar en el sofá sin que el aire se impregne a la vez de un tono especial. Esta obra es larga, cerca de hora y media de sensaciones, con un final vibrante y sin que le sobre ninguna nota de las anteriores a pesar de su duración. Sin embargo, aquí tenéis un esbozo.

No obstante, cuando en las 50 sombras más famosas se incluyó en la banda sonora el precioso «In Paradisum» del Requiem de Fauré se desvaneció esa barrera que yo pocas veces atravesaba. Quizás fue para compensar, no lo sé, pues aún no consigo entender qué pintaba Fauré y esta delicia en medio de dicho argumento. Me cuesta situarlo la verdad.

Photo by Luis Quintero from Pexels

Están siendo unos días muy tristes, una de las pascuas más grises que recordaré. Y no me puedo quejar de nada, tengo salud, la nevera llena, los míos sanos, y aunque mi entorno me recomiende no mirar mucho las noticias, me cuesta mucho hacerme a mí misma el truco mental de que todo está saliendo bien, de que hay que conservar la calma e intentar mantenernos enteros. Esto es una tragedia, un drama enorme, y no puedo evitar empatizar con los que han perdido a alguien en medio de esta desgracia general. Tampoco pretendo echar leña al fuego, pues habrá tiempo para hacerlo y posiblemente de una forma más templada a la que yo razonaría ahora si me dedicara a escribir opiniones sobre el contenido de todo lo ocurrido. Sí que me considero con licencia de moderar al menos la forma en que todo esto ha transcurrido, y en esta línea, mis pensamientos y mi cariño van con los que no han podido dar a los suyos un adiós como desearían. Tampoco entiendo que el gobierno no haya declarado luto de manera fija durante todo este periodo. No soy una experta de lo que implicaría hacerlo de forma general, pero creo que ni tendría un alto coste, ni molestaría a nadie, ni afectaría a otro tipo de medidas, y además sería una forma simbólica de acercarse y abrazar a los que están pasando un verdadero drama.

Me parece que en alguna localidad se decretaron algunos días de luto, pero eso no quiere decir que el drama haya terminado. Cada día las noticias son demoledoras y cada día hemos de digerirlas con muchas dificultades. Sé que el luto no sirve como acción de gran cosa, lo sé. Recuerdo una discusión con uno de mis jefes en la que me enfadé mucho porque en una empresa en la que trabajaba, él no lo quiso hacer cuando falleció un empleado y me tachó después de formalista tras una bronca fenomenal. Posiblemente lo soy, pero creo que una de las cualidades de cada sociedad, y de las personas, se puede medir por cómo trata dicha sociedad a sus mayores y también por como honra a sus muertos.

La música, como el luto, tampoco sirve de gran cosa en esta situación. A mí me apacigua y me alivia algo del estado de las cosas. Este «In Paradisum» es una delicia, como todo el Requiem de Fauré. Aquí teneís este trozo concreto que dura escasos cinco minutos, esta vez sin las 50 sombras tan famosas.

Espero que os encontréis todos bien. Cuidad mucho de los vuestros y sed prudentes. Todo irá bien.

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