Peces y pequeños gestos solidarios

Nunca me he sentido cómoda en las pescaderías. Quizás se debe a la cantidad de ojos vidriosos que nos observan fijamente mientras hacemos la inevitable cola. Los peces no tienen párpados y no pueden dormir como lo hacemos nosotros. Cuando era niña tenía el convencimiento de que la gente utilizaba la compra del pescado para …